¡Olvídate de las pantallas! La coreógrafa y videógrafa Doria Belanger se hizo notar durante una Noche Blanca en París, con sus retratos filmados de bailarines, titulados Dame un minuto. Con Joule, propuso una instalación de vídeo que yuxtaponía dos pantallas, una que difundía imágenes de instalaciones que producían energía (turbinas eólicas, centrales nucleares...) y la otra que mostraba a sus intérpretes evolucionando en espacios naturales frágiles o amenazados. En Royaumont, la danza se evade, escapa a los televisores para recorrer los jardines, habitar el claustro o hacer revivir las ruinas. En solitario, dúo, trío o cuarteto, el grupo de bailarines retoma la meditación de la coreógrafa. Cada escena está dedicada a una fuente de energía particular, el punto culminante es un cuadro dedicado a la electricidad en sí. Al encarnar con la danza las nociones de fuerza, de potencia, de chorro, de escasez o de toxicidad, Joule - in situ hace tambalear alegremente nuestra relación con las energías fósiles, nucleares y renovables. En un momento en que el petróleo y el gas recuerdan su escasez, la deambulación da a ver fuerzas que, de ordinario, permanecen invisibles y misteriosas. Sin embargo, están al alcance de la mano, escondidas en el cuerpo humano. Al mostrarlo radiantemente solar, carnalmente terrestre o poéticamente aéreo, Doria Belanger recuerda que es el mejor de los motores.