Exposición "Mujeres y positivismo" en la Casa de Auguste Comte
En el siglo XIX y principios del XX, los debates sobre el lugar de la mujer en la sociedad se intensificaron. Es también la época en que se desarrollan las ideas de Auguste Comte y el movimiento positivista. Las posiciones del filósofo, al igual que las de sus discípulos, son paradójicas y complejas. Entrelazando las concepciones tradicionalistas - la mujer, ser de afectividad, debe escapar de los peligros del trabajo exterior y del trabajo intelectual, reservados a los hombres - y propuestas progresistas - su educación debe ser tan completa como la de los hombres -, Conde también promueve una sacralización de la mujer: será el símbolo de la humanidad en la nueva religión positivista.
La manera en que Comte ve a las mujeres y su papel ha sido fuertemente influenciada por su vida personal: sus relaciones agitadas con su esposa Caroline, la relación y la adoración de Clotilde de Vaux, a la vez corresponsal, amiga e ideal femenino, han alimentado sus reflexiones. Sus intercambios con algunas importantes mujeres de letras e intelectuales de su tiempo, como Sarah Austin, Fanny Wright, Harriet Martineau o Nisia Floresta, así como sus lecturas de Mary Wollstonecraft y su interés por las salonas del siglo XVIII, son elementos a tener en cuenta en la evolución de sus posiciones y paradojas sobre la cuestión femenina.