El desarrollo de Saint-Maur está íntimamente ligado a la Marne. Una historia que se remonta al desarrollo del transporte de mercancías por el río con barcos tirados por caballos en el camino de sirga. En los siglos XIX y XX, son las actividades de ocio las que atraen a una población numerosa cada domingo con numerosas guinguettes, algunas de ellas instaladas en islas. Estas últimas son hoy espacios de protección de la biodiversidad. Durante el crucero a bordo de una catalana, podrá acercarse lo más posible y descubrir una fauna y una flora notables.