Concierto- degustación "In vino música"
De la ópera conocemos las innumerables pociones y pociones milagrosas que se arrancan, a lo largo de los actos, las almas atormentadas que habitan la escena. De la melodía, saboreamos los largos suspiros donde el alma del poeta se embriaga de amor y de naturaleza. Desde el aire de la taberna, retenemos el entusiasmo y los accesos sucios... Pero ¡qué placer constatar, en el corazón de estas partituras, mediante una réplica, un recitativo, una Aubade, un canto, la alabanza del vino!
En los siglos XVII, XVIII y XIX, la censura y el decoro obligan, por lo demás parecía extraño exponer en el escenario tal bebida. Más allá del hecho de que era impropio exhibir la decadencia de un hombre bajo el imperio del alcohol, el acto mismo de beber - gesto de los más comunes destinado a satisfacer un deseo puramente físico - no podía habitar decentemente el arte musical que se jactaba de elevar los espíritus. Aunque ampliamente consumido por la aristocracia y la burguesía a diario, el vino podía aparecer así como un elemento vulgar y, al fin y al cabo, antiestético...
No contaba con la importancia de la cultura antigua en la inspiración de los compositores: en los relatos también sobre la aspiración al libertinaje que encontraba en el vino - y en la música de la bóveda, de la taberna, del teatro o de la corte - un valioso cómplice. Por último, pero no menos importante, la vena buffa de muchas partituras invitaba naturalmente a invitar al vino cuyos efectos sobre el organismo podían ser pretexto para reír y de buen humor. Al fin y al cabo, los compositores e intérpretes veían allí la perspectiva del éxito. Así el vino - joven o viejo, delicioso o infame, adornado con virtudes loables o símbolo de depravación - irrigaría con pasión número de partituras. Hemos reunido aquí una deliciosa florilegia. Y alrededor de músicas firmadas Lully, Rameau, Clérambault, Bataille, Lambert, Boësset... el vino se degustará al final del concierto. Seleccionados pacientemente en ecos a las notas, los vinos permitirán al público prolongar el viaje musical. ¡In vino música!