Jean y Denise Letaille, una pareja de agricultores de Bullecourt, reunieron una colección de objetos encontrados en sus campos y en la campiña circundante. Se encontraron armas y otros efectos personales de Australia, Alemania y el Reino Unido en la antigua línea del frente junto a los hombres a los que pertenecían y que cayeron en las dos batallas de Bullecourt en abril y mayo de 1917. Reunidos en el museo, estos restos ponen de relieve un episodio a menudo desconocido de la Gran Guerra, sin embargo, de los más asesinos. Cuentan sobre todo la historia de los «Diggers», esos valientes soldados del fin del mundo.