La colección Bellon

En los años 1870, Louis-Gabriel Bellon (1819 - 1899) invierte los beneficios obtenidos del lucrativo comercio de sábanas y prendas de vestir, que ejerce a regañadientes en Rouen, con su cuñado, en la constitución de lo que se convierte en la más importante colección de antigüedades de Francia a finales del siglo XIX. Como la mayoría de los grandes coleccionistas de su época, Bellon se apasiona por la antigüedad clásica y sus estatuas de Tanagra se presentan en las grandes exposiciones y se publican en los catálogos que las acompañan. Su hijo Paul (1844 - 1928) reconstruye la propiedad familiar, en Saint-Nicolas-les-Arras en un verdadero museo privado que añade, a las tres salas del segundo piso donde también se encuentran pinturas de su amigo Corot y de sus alumnos, una galería de 12, 75 m de largo por 5, 70 m de ancho, totalmente dedicado a las antigüedades. En octubre de 1914 y principios de 1915, la propiedad Bellon donde se aloja el estado mayor de un regimiento de zuavos está bajo las bombas alemanas. Solo una parte de la colección podrá ser salvada, mientras que miles de objetos serán destruidos irremediablemente, así como parte de la documentación relativa a su origen. También se está borrando una parte de la memoria arqueológica del norte de Francia. Louis-Gabriel Bellon, arqueólogo El descubrimiento de varias necrópolis, a pocos cientos de metros de su casa, permiten a Bellon degustar las emociones del descubrimiento en compañía de Auguste Terninck, famoso pionero de la arqueología regional que registra los resultados de sus investigaciones en las páginas del Artois subterráneo. De 1875 a 1879, exploran un grupo de sepulturas que datan de los inicios de la romanización, entre ellas cuatro tumbas aristocráticas donde el mobiliario importado, raro en la región, ilustra la adopción de los rituales funerarios de la élite en vigor en el mundo mediterráneo. Elemento principal del servicio de la bebida, una enochofa de bronce procedente sin duda de un taller de Campania es el más lujoso testimonio que nos ha llegado. La preocupación de Bellon por la exactitud en la observación y el registro del contexto de donde provienen los objetos es muy innovadora para la época. Para las sepulturas merovingias de San Nicolás y de Santa Catalina, coloca cada hallazgo en fichas-tipo donde su posición con respecto al esqueleto se traslada concienzudamente. Interés con respecto a las colecciones del museo El museo de Opale-Sud presenta permanentemente colecciones de arqueología regional donde los conjuntos funerarios galo-romanos (necrópolis de Frethun y de Marenla) y merovingios (La Calotterie, Frethun, Offin, Bloville) ocupan un lugar importante. El préstamo de 37 objetos a la exposición "Roma y los bárbaros" del Palazzo Grassi en Venecia, así como la reciente participación en la exposición construida en torno a las sepulturas aristocráticas de Saint-Dizier ilustran la calidad de estas colecciones. La oportunidad de reforzar este sector mediante la compra de un conjunto procedente de la más rica colección de antigüedades francesas de finales del siglo XIX es tanto más interesante cuanto que el origen atestiguado de la casi totalidad de los objetos afectados por este proyecto de adquisición remite a contextos funerarios regionales de la antigüedad tardía. La colección Bellon es la última de este tipo que ha escapado de una dispersión exhaustiva durante más de un siglo para el norte de Francia. Famosa en su época por la calidad de sus vasos griegos y de los Tanagra, de los que Gabriel Bellon había sido uno de los primeros coleccionistas, dejaba un amplio espacio a las antigüedades nacionales y a las del Pas-de-Calais en particular. Bellon se abastecía de los sitios más prolíficos de los años 1870/1880 - Amiens y Boulogne en particular - y había creado una red de corresponsales que le informaba de los descubrimientos fortuitos que podían interesarle. Bajo la dirección de Auguste Terninck, se había iniciado en el terreno y él mismo había practicado excavaciones en los alrededores de su propiedad de Saint-Nicolas-les-Arras, mientras su salud se lo había permitido. Sus estudios escrupulosos eran lo suficientemente innovadores como para ser dados como ejemplo por sus colegas.