La iglesia de San Martín de Habarcq tiene la particularidad de ser un edificio cuya calificación ha evolucionado con el tiempo. Reconstruido en el siglo XVI y luego en el siglo XVII, este edificio fue primero una capilla señorial antes de ser donado al municipio en 1806 para convertirse en la iglesia parroquial. Esta iglesia es, pues, un doble caso único en el departamento ya que es también la única iglesia que se une al castillo de la familia de sus edificadores que la cuidaron durante los conflictos que atravesaron el Artois durante los siglos XV, XVI y XVII. La iglesia actual forma así un conjunto con el castillo ya que sus fachadas se confunden en una misma alineación que sorprende al visitante.