Descubre el interior de la Torre Nueva y accede a una pequeña plataforma que te ofrecerá una de las mejores vistas de las iglesias de San Jorge y Santa Foy.

Vestigio de la segunda muralla construida en 1280, la Torre Nueva no siempre ha tenido la silueta que se le conoce. Originalmente era más baja y solo tenía una terraza almenada. En el siglo XVII adquirió esta silueta tan característica.
Por razones de seguridad, no es posible acceder al balcón una vez en la parte superior de la torre.