Los museos de la ciudad rinden homenaje a Pierre Gy con una exposición inédita que reúne, por primera vez, doscientas pinturas y dibujos del artista.

Habiendo vivido y trabajado entre el sur de Haute-Marne (Prauthoy) y el Aube, este pintor demasiado poco conocido ha hecho evolucionar su obra de la figuración hacia la abstracción, desde los años 1950 a los años 1990, en la estela de las grandes corrientes del arte moderno. Pierre Gy era un buen conocedor de los maestros antiguos, de los artistas de la Escuela de París como Nicolas de Staël o Vieira da Silva y de los pintores chinos como Zao Wou-Ki. Su trayectoria artística atestigua este legado. Revela también una fuerte relación con la naturaleza, los paisajes y los elementos, que fueron la fuente de su obra. Para transcribir en palabras sus emociones al mismo tiempo que su ambición pictórica, le gustaba recordar: «Miro lo que sueño ver». Esta exposición le propone seguir el delicado camino de este pintor durante cincuenta años de creación.