El primer planetario en Epinal data de 1988, pero fue en 2002 que se inscribió en la historia de la ciudad convirtiéndose en el único gran planetario de Lorena. Bajo su pantalla hemisférica de 10 m de diámetro y dotada de un proyector de estrellas opto-mecánica, los spinalíes encuentran el cielo estrellado a menudo olvidado. Y sin embargo, mucho antes de la gran aventura de la vida en la Tierra, el cielo estrellado acompañaba la formación de nuestro planeta. De hecho, él es el único testigo. Por ello, hoy en día puede considerarse uno de los principales patrimonios mundiales de la humanidad. El cielo nocturno, a la vez hermoso y misterioso, es una fuente inagotable desde que el hombre se levantó, orgullosamente sobre sus dos pies, hace 3,6 millones de años. Por lo tanto, solo 3.000 años antes de Cristo los pueblos comenzaron a desarrollar sus métodos de observación y predicción. Para compartir esta aventura y descubrir el conocimiento astronómico actual, el planetario de la MJC Sabrt está equipado con un sistema digital que permite sumergir al público en el corazón de imágenes de muy alta resolución.