A partir de ejemplos procedentes de las colecciones langroises, la exposición se dedica a mostrar al público el aspecto material de un patrimonio por vocación sostenible.

Las palabras vuelan, los escritos permanecen. ¡Es necesario que el soporte de la escritura sea perenne y pase la prueba del tiempo!
Las obras antiguas, compuestas de diferentes materiales (papel, pergamino, cuero, madera, pegamento, metal, tela) pueden sufrir a lo largo del tiempo diversas degradaciones: desgarros, mohos, quemaduras, decoloraciones, caídas...
¿Cómo, ante estos peligros, mantener y conservar este patrimonio escrito para transmitirlo mejor a las generaciones futuras?