Desde siempre, el bosque permite a los cistercienses vivir en autarquía, proporcionándoles hierbas, raíces, frutas y plantas medicinales.
Alrededor de las paredes de la valla, Alexandra le enseñará a cosechar su parte generosa y llena de savia.
A principios de otoño, para cerrar la temporada de paseos botánicos, los frutos estarán en el centro de atención.
De vuelta en el jardín, Alexandra le hará una exposición histórica y cultural, lo que le permite aprender más sobre su evolución durante la temporada.
En la tercera hora, cada uno podrá hacer su receta a partir de su cosecha.