La Ana de Oro
En un pueblo de brujas y de "mazzeri», ¿qué puede suceder a un extranjero que no se mete en sus asuntos y quiere vivir una experiencia mágica? ¡Ser convertido en burro! ¿Y el antídoto? Comer rosas. Lucio, el héroe de la novela romana de Apulia, transformado en asno, se ve obligado a vivir diferentes aventuras, infelices y burlescas. En esta búsqueda de las rosas, se ofrece la oportunidad de conocer la historia de Amor y Psique. Pues sí, esta novela es un contenedor de historias, de cuentos de hadas. ¡Y qué cuentos de hadas! Nos reímos de los contratiempos de este hombre convertido en burro, pero también nos sumergimos en la poesía del cuento fantástico que dio origen al mito de la Bella y la Bestia. Esta es la dinámica de la novela latina más conocida, firmada por Lucio Appio Apuleo. Los personajes de esta novela (magos, ladrones, amorales, amantes, dioses, campesinos...) hacen posible un gran juego teatral. Entre máscaras, sombras, juegos de prestiges, Amor, Psique y otras maravillas entramos en un mundo mixto entre circo y teatro callejero. Una extraña compañía de actores o de fieles seguidores de misteriosos ritos se burla de un joven que llega a este pueblo por razones de trabajo. Una sorpresa tras otra, entre músicas, canciones, máscaras, sombras, torres de prestigio y danza, y aquí está nuestro Lucio, empleado «precisino» con gafas, trolley, maletín veinticuatro horas y pelo con la raya en el medio, sufriendo los peores hostigamientos. ¿Dónde ocurre? ¿En Grecia? ¿En Córcega? .... Entremos juntos en el mundo de la magia, en este recorrido de iniciación, para reírnos todos juntos, grandes y pequeños. La Compañía TeatrEuropa ha decidido compartir la creación de este espectáculo con los jóvenes y talentosos actores de la compañía Trisetmas. Orlando Forioso compartió con ellos la construcción del espectáculo y la escritura de los textos. De esta colaboración nace un espectáculo divertido, popular y que nos ayuda a intentar comer también las rosas teatrales para salir de esta pesadilla de enfermedad o de magia, para volver a la normalidad. ¡Qué revolucionaria es la normalidad!