En Roma el siglo XVIII está en todas partes, pero nadie lo sabe. Más bien, yo no lo sabía. Percatarse de ello no es sencillo, hay que tener cuidado, se insinúa en los pliegues de la ciudad, muda, y puede confundirse con el barroco. Pero la Fontana de Trevi o la escalera de la Trinidad de los Montes son del siglo XVIII, la fachada de las basílicas de Santa María la Mayor y Santa Cruz de Jerusalén, así como numerosos palacios y residencias. ¿Y el rococó? Nunca había pensado en una Roma rococó, me era más fácil imaginar París o Venecia. » Anna Vivant Con el objetivo de descubrir el siglo XVIII en Roma, que se insinúa por todas partes pero que todavía es tan poco conocido, la mirada de la fotógrafa Anna Vivante se dirigió naturalmente hacia la escalera de la Trinidad de los Montes (1723-1726) o la Fontana de Trevi (1732-1751)pero también, a través de las calles y dentro de las iglesias, hacia detalles arquitectónicos y escultóricos sugerentes. El talento de Anna Vivant, arqueóloga de formación y fotógrafa de lo inanimado, es hacernos volver al pasado, a veces solo con la ayuda de un fragmento, y de hecho, el paseo por Roma, más que cualquier otra ciudad, es una invitación, a través de estos pequeños detalles percibidos por la mirada, a sumergirnos en las civilizaciones que nos han precedido.