"Traer al mundo" propone ampliar la noción de creación y creatividad a la esfera íntima y familiar de los artistas.
Ser padre y artista, ¿qué impacto tiene en la creación?
«Traer al mundo», cuestiona la compleja interacción entre creación, engendramiento, esfera pública, privada, intimidad y éxtasis, mientras cuestiona el delicado equilibrio entre estos mundos en la vida de un artista padre, activo e independiente, en particular en el ámbito de las artes visuales, todavía demasiado poco estructurado en el acompañamiento social de sus actores. Realizada a cuatro manos entre los comisarios de exposición Amélie Adamo y Lucile Hitier, la exposición "Traer al mundo" apoya una selección de artistas que han - en un momento de su vida - dedicado su creación a su familia, su hijo, al cuerpo habitado, al cuerpo nutriente o a la práctica artística a cuatro manos.
«Traer al mundo» es una exposición que se concibe ante todo como una oda a la vida. Por la elección de los enfoques, revela lo que es disfrute en la creación. Una creación que absorbe en su proceso las perturbaciones de la vida e interactúa con la procreación. Aquí, la vida de familia, la paternidad, dan lugar a múltiples representaciones, entre vínculo y obstáculo, inocencia y violencia, alegría y pena, impulso y miedo.
En esto, la exposición es crítica. Crítica de los tabúes y prejuicios relativos a la noción de paternidad, que los artistas expuestos ven no a través de una visión ideal sino más bien en sus polaridades, Pero también crítica de una sociedad de la competitividad en la que difícilmente se contempla el hecho de mezclar una vida de artista con una vida de familia, como si los dos universos no pudieran coexistir.