Caras y perfiles: retratos dibujados por Henri Gaudier-Brzeska
De 1911 a 1914, el joven escultor olerense Henri Gaudier-Brzeska (1891-1915) realizó en Londres una revolución plástica prodigiosa, evolucionando del naturalismo expresivo de Rodin al Vorticismo, el movimiento de vanguardia nacido en 1913 bajo el doble impulso del Isme y del Futurismo. En el amplio laboratorio que constituye para él la práctica del dibujo, el tratamiento del retrato da particularmente buena cuenta de su evolución. Sin hacer ninguna concesión a la pureza lineal, su rasgo, cualquiera que sea la técnica aplicada, busca captar la vida que anima al individuo y el carácter distintivo de su fisonomía. La traducción de la masa del cuerpo, de sus planos y de sus líneas de fuerza toma precedencia sobre la simple imitación a medida que se afirma la vocación del escultor.