Los restos del castillo de Guingamp, llamado de Pedro II, permiten una lectura a cielo abierto de la construcción-reconstrucción de un castillo sobre sí mismo. Entre 1034, fecha del primer terrón castral feudal y 1626, fecha del arado del último castillo por orden del rey Luis XIII, se sucedieron en este sitio tres fortalezas típicas de su época.
Los materiales resultantes de la demolición del castillo sirvieron para la construcción del convento de las Agustinas Hospitalarias (actual Ayuntamiento). Hoy, este lugar fundador de la ciudad de Guingamp, durante mucho tiempo cerrado al público, está finalmente abierto. La accesibilidad de la cortina sur permite apreciar un panorama único.