Terminada en 1768, la iglesia de San Tugdual está situada en un valle protegido de los vientos, a pocos metros de la Aber Benoît. Su modesto exterior esconde una pequeña joya interior, testigo del fervor y del cuidado aportado a la decoración interior. Típico de las iglesias costeras, este patrimonio de 254 años vale la pena una visita. Por desgracia, sus puertas se cerraron bruscamente un día soleado de mayo de 2021, después de constatar un hundimiento de su estructura. Se han instalado escalones provisionales, a la espera del programa de restauración. En la víspera de las importantes obras de restauración destinadas en particular a sustituir su estructura y su cubierta, el ayuntamiento, de acuerdo con el arquitecto del patrimonio encargado de la restauración, abre por última vez las puertas de la iglesia al público. Los días 17 y 18 de septiembre, de las 2:00 a las 6:00.