En el siglo XII, el arzobispo de Sens, Guy de Noyers, funda la colegiata de San Pedro en Saint-Julien-du-Sault. El capítulo de once canónigos, que está adjunto, tiene, entre otras cosas, el cargo de los oficios en la capilla de San Julián del castillo Vauguillain. La iglesia de la colegiata no dejó ningún rastro. Alrededor de 1240, fue reemplazada por una iglesia gótica que nunca se terminará. Solo se erigirán el coro, los contrafuertes y los portales laterales. La iglesia fue incendiada y parcialmente destruida hacia mediados del siglo XIV. La restauración comenzó a finales del siglo XV, bajo el impulso del arzobispo de Sens, Tristán de Salazar (1475-1519). El cardenal Luis de Borbón, arzobispo de Sens de 1535 a 1557 se encargó de su finalización mediante la reconstrucción total del coro. También intentó instalar tribunas. La nave, de la responsabilidad de la parroquia, quedó inconclusa. Se ve en los hermosos pilares fasciculados, previstos para soportar la bóveda de piedra, que no terminan (foto abajo). La bóveda seguirá siendo de madera. Al oeste, la nave está cerrada por una valla de tablas hasta 1735. Consecuencia: la iglesia de San Pedro no posee ninguna unidad arquitectónica. Sin embargo, fue inscrita en 1840 en el inventario de los monumentos históricos por sus vidrieras de los siglos XIII y XVI que constituyen su verdadera riqueza y su interés artístico.