Visita libre de la exposición temporal
Cuando se llega a Les Houches, domina el valle frente al Mont-Blanc. Le guste o no, interpela. Presente en numerosas tarjetas postales, es el promotor del pueblo, cuya vida está al ritmo de su campana, tres veces al día. Erigido en los años 1930, calificado de «grandioso, colosal, gigantesco o aún monumental», sigue fascinando y visitando tanto el exterior como el interior. Querido como un faro espiritual, símbolo de paz entre los hombres, está inscrito en los Monumentos Históricos en 2020. Obra de tres hombres, la estatua de Cristo Rey del Mont-Blanc es el resultado de la tenacidad de un cura, un estatuario y un arquitecto, en un contexto internacional de gigantismo.
La exposición temporal del museo Montagnard propone descubrir todos los aspectos históricos y técnicos de este gigante de hormigón gracias a las maquetas, fotografías, periódicos de la época y diversos testimonios.