El artista examina la relación estrecha y contradictoria entre el hombre y los animales. Se remonta a los orígenes de la humanidad. El estudio de las representaciones arcaicas y de los animales la convenció de colocar la relación Hombre-Animal en el centro de su trabajo artístico.
Cabeza de búfalo, rinocerontes lanudos, caballo, mamut... Las esculturas de cerámica nos remontan a la Prehistoria, nos remiten al arte rupestre, pero también a la historia del territorio, recordada por las excavaciones del lago de Paladru. Estos descubrimientos nos confirman el vínculo preexistente entre el Hombre y los animales: entre vida, amenaza y leyendas. Más allá de lo figurativo, es el alma de estos animales que Ule Ewelt nos revela.
"ANIMA(L). La palabra «anima» se traduce de diferentes maneras: significa alma, seres animados, vida, pero también aliento de aire, viento y aliento. La palabra animal, para criatura, animal deriva". Ule Ewelt (2019)
Ule Ewelt, aprendió cerámica a la edad de 16 años, pero no fue hasta mucho más tarde que se profesionalizó para vivir de ella. Primero trabajó como urbanista durante seis años, para dedicarse al oficio de alfarera. Pero es finalmente la cerámica figurativa que elegirá en 2011. «Ahora tengo la sensación de ser absolutamente auténtico en lo que hago». Fue la primera ceramista autodidacta en unirse al gremio de ceramistas de Hesse en Alemania (su región natal). En 2013, se centra completamente en las esculturas de animales y experimenta con diferentes técnicas de ahumado.