4 funciones 15H - 17H - 20H30 y una nocturna a las 22h En italiano, oír se dice «sentir». Aquí, el público, en el baño de una piscina, con las orejas en el agua, va a «sentir» la música, sentir tanto como escuchar las vibraciones por vía ósea, por osteofonía. En el agua, no hay acústica de los lugares, ni ecos ni reverberación, sino una sensación singular de inmensidad y proximidad. Estamos sumergidos en el sonido que nos susurra o nos invade. Las distancias son abolidas, el infinitamente grande y el infinitamente pequeño se unen en el hueco del oído. Como el sonido se mueve cuatro veces más rápido en el agua que en el aire, nuestro cerebro pierde todos sus puntos de referencia. Nos encontramos SOLO E S. En solitario bajo el agua, en una situación singular de oyente referido a sí mismo, incluso si formamos parte de un grupo, escuchamos una obra interpretada por un solista fuera del agua, pero cuyos sonidos sólo son audibles en el universo acuático, subacuático. Misterio de la técnica, arte del confinamiento, la composición lleva a cada uno a una escucha profunda e íntima. También es en solista que Pierre Sauvageot aborda Watermusic. Después de obras en las que aparecía como compositor, el intérprete toca con instrumentos de viento, sensores de movimiento y un Instrumentarium electro acústico, para que cada sonido resuene en una vibración musical dentro de cada cuerpo sumergido. Pues la materia sonora está enteramente ligada a la situación acuática y lleva una dimensión dramatúrgica: cantos de ballenas, de peces o de delfines, chorros, gotas, golpes de piedras, resaca, sonar, cuernos de niebla, hundimiento, respiración... todo contribuye a la evidencia entre el texto musical y el contexto amniótico. Una co-producción La Muse en Circuit.