A través de una visita guiada, aprenda más sobre la historia de este lugar donde estaban instaladas la fábrica y su alto horno.

Descubra la historia de los jardines del dominio de la fragua, desde 1715 hasta el final del carácter industrial del sitio hacia 1862.
Hoy no queda nada de la actividad de fundición. Sin embargo, quedan algunos edificios por admirar, como los quioscos construidos con sillares de Euville, un puente y una pasarela de hierro fundido que atraviesa el canal dedicado al funcionamiento de dicha fragua.
Una rueda de paletas en condiciones de funcionamiento da el encanto de los lugares.
En el declive de esta industria, los descendientes de la familia Paillot procedieron a la destrucción de la fábrica y crearon una residencia de veraneo adornada con estos jardines que debían expresar el lado burgués de la época.
Sin embargo, a principios del siglo XX, toda la finca fue vendida y François Étienne la adquirió.
François Étienne era un artista: profesor de dibujo y maestro vidriero, alumno del gran maestro Mariscal en Metz y luego en Bar-le-Duc.
La finca ha permanecido en la misma familia hasta nuestros días.