Estos tres óleos sobre tela de lino crudo del artista Guillaume Bottazzi se sitúan en el bulevar de la Corderie, el barrio de moda de la ciudad que ofrece la mejor vista del viejo puerto. Estas obras de arte están por descubrir durante las Jornadas Europeas del Patrimonio.
Son visibles por los peatones y son de grandes dimensiones, hasta 3m de altura. El observador está inmerso en un universo irreal compuesto por formas flotantes, etéreas y evanescentes que parecen desprenderse de las reglas de la gravedad.
Estas creaciones de Guillermo Bottazzi se encuentran cerca de varios sitios arqueológicos griegos que datan de 500 años a. J.C. En la época, el lino era el material preferido para realizar las telas. Estos cuadros destacan este material noble cuya producción principal se encuentra en Francia. El lino se destaca en estas obras y da una impresión de infinito; las formas desaparecen progresivamente en el soporte de la tela.
La dimensión poética de las obras de Guillaume Bottazzi en espacios frecuentados pone al ser humano en el centro de las preocupaciones del artista El público está invitado a viajar y soñar con la obra. Ella acompaña al transeúnte en su vida cotidiana; él va a reinventarla de acuerdo a su estado de ánimo, las estaciones, y el momento en que la observa. Estas creaciones únicas tienen que ver con la sensibilidad. Están diseñadas para vivir en un lugar específico.
Realizadas con pincel y compuestas por materiales naturales, estas pinturas poseen un carácter propio del hombre, como preconizaba el filósofo Gaston Bachelard. El calor humano es central, marca la identidad del lugar y lo suaviza.
El acceso al arte para todos El arte debe encontrarse en espacios frecuentados, donde no se espera, y sorprendernos. Nos permite elevarnos, acompañarnos diariamente y hacernos bien.
Sitio oficial de Guillaume Bottazzi: https//www.guillaume.bottazzi.org