Taller "Cirio"
Atelier Cirge
En el marco de las Jornadas Europeas del Patrimonio organizadas en Wimereux por la asociación de Amigos de la Iglesia.
Patrimonio y enseñanza: ¡aprender para la vida!
Venga solo, con la familia, o con amigos, (básicamente, ven como eres), aprender, y divertirse, en un ambiente de patio de recreo, sobre el tema del patrimonio material e inmaterial de la iglesia (local), y de la Iglesia (universal). Ambas son vectores de educación, por la transmisión del saber que han extendido en el seno de la ciudad y más allá, y de los conocimientos técnicos que han engendrado y mantenido desde la Edad Media hasta nuestros días.
Entre los talleres propuestos para ilustrar el saber hacer transmitido desde generaciones alrededor de la vida de la iglesia, en el taller "cirios" descubrirá las diferentes etapas de la fabricación de los cirios, gracias a la experiencia de la Ciergerie Leroy de Boulogne-sur-mer.
Un poco de historia ...
La cera de abejas tenía muchos usos. Antes de la invención de la electricidad, se utilizaba principalmente para fabricar velas para iluminarse por la noche. También hacía velas de sebo de buey.
Antes de la vela, durante siglos, el junco fue usado para hacer velas. Se cortaba con cuidado para no dañar la médula, se remojaba en grasa vegetal o animal que luego se dejaba endurecer. Lo quemaban en llamas.
La vela, constituida solamente por una mecha rodeada de sebo de buey o de oveja, es más práctica sin ser excesivamente costosa (pero se grava y el aceite sigue siendo menos económico). Menos líquido que se derrama, llama que ajustar, depósito que llenar. Pero el sebo corre y hiere los dedos, la llama permanece amarilla y humeante, siempre hay que mantener la mecha que termina por carbonizar, a diferencia de las velas con cera de abeja que emitía mucho menos humo negro.
La nobleza y el clero se iluminaban con cirios de cera de abeja y dejaban al pueblo francés la iluminación con sebo. El cirio de cera conserva las ventajas de la vela y elimina sus defectos. Pero su precio (bajo Luis XIV el coste de una vela equivalía al salario diario de un obrero especializado o sea alrededor de 2,5 Libras) limitando la difusión a las más altas esferas de la sociedad y en particular a la Realeza.
La vela como tal se desarrolló a mediados del siglo XIX y se distingue de la vela por su materia prima y por el uso de mechones de algodón trenzado. El trenzado permite que la mecha se incline y se consuma: entonces no es necesario limpiarla. La miserable vela comienza a desaparecer.
La aparición de la parafina sólida (destilado del petróleo) y de la estearina (extracto de grasa animal y vegetal) permite ahora la producción de velas de mejor calidad.
La ciergerie Leroy
Instalada en Boulogne sur mer desde 1870, la vela LEROY, con un saber hacer artesanal transmitido de generación en generación, fabrica desde su origen cirios de calidad.
Empresa familiar, dirigida por Alain BONTEMPS y su hija Olivia, recibió en 2015 el sello "Empresa de Patrimonio Vivo".