Obra poética de Guillaume Bottazzi en Lyon
Esta obra de Guillaume Bottazzi visible en Lyon está compuesta de esmaltes y mide 3.55 m por 1.20 m.
El artista, comprometido con el ecosistema, crea sus obras a partir de esmaltes. El esmalte es un material reducido en polvo compuesto de diferentes minerales, como sílice, feldespato, caolín, óxidos metálicos, titanio, carbonato de cobre, cobalto, óxido de hierro, manganeso, estaño... Guillaume Bottazzi debe traducir sus bocetos en dimensiones reales antes de transponerlos al cristal. Los pigmentos se depositan a continuación en el pincel, en suspensión en un aceite volátil. Es al temple del vidrio que se hace la fusión con los esmaltes.
Para que conste, el artista está muy comprometido con el medio ambiente. En marzo de 2011, en Japón, arriesgó su salud para ayudar a las víctimas del terremoto y el tsunami. Por iniciativa del Museo Internacional de Arte Miyanomori, el artista fue solicitado para realizar, en el museo, la pintura más grande del País del Sol Naciente.
Justo después de la catástrofe, el artista se lanzó a la realización de esta obra monumental de 900 m². En el momento de este desafío, nadie sabía medir los riesgos debidos a los efectos de las radiaciones de la central nuclear de Fukushima. A través de esta obra, el museo simbolizaba la valentía de los japoneses y aportaba al país una forma de optimismo. Por ello, las entradas de pago de la exposición de las obras del artista han permitido apoyar a las víctimas de la catástrofe. Este proyecto ha sido visto por mil millones de personas.
La poética de los espacios públicos pone al ser humano en el centro de las preocupaciones del artista
El público está invitado a viajar y soñar con la obra. Ella acompaña al transeúnte en su vida cotidiana; él va a reinventarla de acuerdo a su estado de ánimo, las estaciones, y el momento en que la observa. Esta creación única es cuestión de sensibilidad. Está concebida para habitar un lugar de frecuentación específico.
Realizada a mano por la autora, posee un carácter propio del hombre, como preconizaba el filósofo Gaston Bachelard. El calor humano es central, marca la identidad de un lugar y lo suaviza.
Página web oficial de Guillaume Bottazzi