Instalaciones de gran envergadura (forjas, cristalerías, fábrica de básculas...) se instalarán en los vastos terrenos de los Brotteaux que bordeaban entonces el río después de la confluencia, a pie de la actual calle Stéphane Déchant. Estas instalaciones pioneras anunciaban el desarrollo ulterior del valle de la química.
Activas durante décadas, estas fábricas modificarán en profundidad la población del municipio antes de desaparecer progresivamente: los talleres SNCF que todavía ocupan cerca de 18 hectáreas, están en proceso de mudanza.
Queda por escribir el futuro de este inmenso territorio, teniendo en cuenta esta rica, pero desconocida historia industrial.
En colaboración con la ciudad, Frédéric Reynaud, historiador local, publica la tercera guía de paseo titulada: "La Mulatière-Patrimoine industrielle" después de "Le quai J.-J. Rousseau" y "Balmes de Fontanières". Le invita a descubrirlo en una conferencia de presentación.