Regocijos familiares, ceremonias públicas, solemnidad religiosa o conmemoraciones de un acontecimiento, las fiestas marcan los tiempos fuertes de nuestra sociedad. Nos reunimos, comemos, cantamos y bailamos: la fiesta es un momento de reparto que rompe con el diario y permite desarrollar la cohesión. Esta exposición, a través de una selección de documentos, muestra cómo, durante la historia, las fiestas agarraron también, además de su función de entretenimiento alegre, una dimensión política y social.