En el marco de su exposición temporal, el museo deja carta blanca al coreógrafo James Carlès que invierte los locales para proponer una creación original a los visitantes.

Durante dos días, el público no tiene memoria para cuestionar a través del cuerpo, el movimiento, el sonido, la imagen dinámica (vídeo y corporal)las representaciones que suscitan la figura proteica y compleja del artista y militante Josephine Baker en esta actuación bailada en los espacios del museo.