Exposición: el espectáculo de la mercancía. Arte y comercio 1860 -1914
En el marco de Normandía impresionista 2024 Con el apoyo excepcional del museo de Orsay, de la Biblioteca Nacional de Francia, del museo departamental Albert Kahn y del museo Carnavalet - Historia de París
En las grandes metrópolis, en primer lugar París, los lugares de comercio se multiplican y se diversifican. La aparición de los grandes almacenes no implica la desaparición de los vendedores ambulantes, de los puestos o de las tiendas tradicionales. La calle prolonga la tienda. Las mercancías abundan y el espectáculo es permanente. En el siglo XIX, las descripciones de las tiendas y de las mercancías ocupan un lugar creciente en los relatos de viaje y las guías. De signos de prosperidad general de la ciudad, los lugares de comercio se convierten en lugares de «compras». Definido como el placer de comparar y evaluar mercancías y tiendas, el «shopping» - término que apareció gradualmente en el siglo 19 - constituye una actividad social, cultural y de ocio. Se alimenta de artificios de venta y un arsenal publicitario pronto omnipresentes. La disposición de los escaparates y de los escaparates, los anuncios en la prensa, los coches abreviados, los catálogos de venta, los objetos promocionales, los carteles y los rótulos: todo contribuye a crear un pequeño teatro de la mercancía. Los artistas de la vida moderna son testigos privilegiados de las transformaciones económicas, visuales y sociales de las ciudades. Su mirada se detiene en la efervescencia consumidora. Sensible a la presencia de los comerciantes ambulantes, a los gestos de los modistas, a las actitudes de los camareros de café, sigue recogiendo las cartas de los rótulos y de los anuncios que hacen de la ciudad «tienda de imágenes y signos» como escribió Charles Baudelaire en 1859.