En una atmósfera poética y escalonada, la pieza relata el despliegue de la singularidad de cada uno. e a pesar de las reglas inherentes a la sociedad. Pasando por la contención, ya sea física o mental, la coreógrafa Laura Mazeaud muestra la importancia y la necesidad de la diferencia. La energía y el lenguaje corporal traducen la necesidad de apertura: las bailarinas afrontan las tensiones para liberarse mejor. La danza de la compañía Ellaya es contemporánea y se alimenta en gran medida de influencias hip-hop.