"Es en un mundo muy arcaico que me gustaría llevarlos, al descubrimiento de pequeños seres vivos, que me fascinan desde hace mucho tiempo, el mundo de los líquenes, y más recientemente el de los blobs. Invirtieron mi imaginación y me invitaron, por sus formas, sus cualidades y sus naturalezas complejas y casi eternas, a crear las obras que presento en este lugar.
Los líquenes se remontan a 450 millones de años, pasan casi inadvertidos, existen gracias a la asociación de un hongo y una alga, es esta asociación simbiótica que les permite ser resistentes en los desiertos áridos tanto como en Siberia. Crecen muy lentamente, viven poco, son bio indicadores de contaminación. ¿No serían profetas verdaderos para guiarnos hacia la sobriedad?
En cuanto al blob, que no es un animal, ni un vegetal, ni un hongo sino un ser unicelular, que es capaz de moverse, de alimentarse, de recordar cuando no tiene cerebro. ¡Habría nacido antes de los dinosaurios! ¡Fascinante!
Creo en esta fórmula del poeta Francis Ponge: «la función del artista es muy clara, debe abrir un taller y reparar el mundo, por fragmentos, como le viene. »